Torremolinos,
Costa del Sol
Gastronomía, fiestas y alrededores
La gastronomía de Torremolinos está basada principalmente en los productos del mar. Su plato más emblemático es el “pescaíto” frito, aunque existen otras muchas recetas de pescado elaboradas de las más diversas formas: a la sal, a la plancha, etc. La Denominación de Origen Málaga es conocida por la excelente calidad de sus vinos, en especial los dulces. Dentro del calendario de Torremolinos destacan la Feria y fiestas en honor de su patrón, San Miguel, que se celebran entre finales de septiembre y principios de octubre. Una semana antes tiene lugar la popular Romería de San Miguel. En la Carihuela se celebra cada 16 de julio la Feria del Carmen, cuyo acto central es la procesión de la Virgen. Junto a Torremolinos, es posible visitar otras localidades malagueñas de gran arraigo turístico, como Benalmádena y Fuengirola. En el interior se localizan pueblos serranos como Mijas, que exhibe un caserío típicamente andaluz, o Alhaurín el Grande, con su iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación y el palacio de Montellano. Y a tan sólo 12 kilómetros de Torremolinos se encuentra Málaga capital, que combina un importante patrimonio, encabezado por la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, con una amplísima oferta de ocio.
Playas
El Bajondillo, La Carihuela, Los Álamos o Playamar son algunas de las magníficas playas que adornan este litoral, donde se localizan importantes complejos hoteleros, urbanizaciones e, incluso, un Palacio de Congresos que alberga importantes reuniones internacionales. Las posibilidades que ofrece Torremolinos son innumerables: desde tomar un baño y disfrutar del sol en casi cualquier época del año, hasta practicar todo tipo de deportes, incluido el golf, pasando por los numerosos restaurantes en los que se puede degustar el típico “pescaíto” frito.
Monumentos
A pesar del gran desarrollo urbanístico experimentado en las últimas décadas, Torremolinos ha sabido preservar el ambiente marinero en las calles de sus barriadas más tradicionales: El Calvario, El Bajondillo y La Carihuela. En la parte histórica de la ciudad se alza la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen, aunque también es posible encontrar bellas muestras de arquitectura nobiliaria, entre las que destaca la Casa de los Navaja, construida en el siglo XIX. Pero el símbolo máximo del patrimonio de la villa es la Torre de Pimentel o de los Molinos, de origen defensivo y que da nombre a la ciudad. Mientras, en la zona conocida como Cortijo del Tajo han sido descubiertos importantes yacimientos arqueológicos correspondientes al Neolítico, así como a las épocas prerromana y romana.